Dormir es una de las funciones vitales imprescindibles para el ser humano, y descansar adecuadamente es fundamental para mantener una buena salud.
Dormir es una de las funciones vitales imprescindibles para el ser humano, y descansar adecuadamente es fundamental para mantener una buena salud. Por este motivo, es importante identificar las causas que dificultan nuestro sueño, saber dónde está el problema y ponerle solución. Hoy queremos hablarte de una de estas situaciones que puede derivar en un mal descanso: la sudoración nocturna.
Seguramente te habrá pasado alguna vez, en la que te hayas despertado con la sensación de estar empapado o con las sábanas mojadas y sudadas. Las personas a las que esto les ocurre frecuentemente padecen lo que se conoce como sudoración nocturna, una sensación poco agradable que, sin embargo, tiene solución. Y te la vamos a contar.
¿Qué es la sudoración nocturna y por qué se produce?
La sudoración es la función que realiza nuestro cuerpo para enfriarse y mantener una temperatura corporal constante. Así, el cuerpo expulsa el sudor a través de las glándulas sudoríparas como método refrigerante. Sin embargo, cuando estos episodios se repiten con frecuencia sobre todo durante la noche, momento en el que la temperatura corporal tiende a bajar, hablamos de sudoración nocturna.
En los casos más extremos, podemos llegar a perder incluso medio litro de sudor durante la noche. Cuando la sudoración es más intensa, hablaríamos de hiperhidrosis, que en los casos más extremos provocan que la persona que la sufre se despierte completamente empapada en sudor.
Factores que acentúan la sudoración nocturna
La sudoración nocturna puede producirse por múltiples factores. A continuación, explicamos algunos de los más habituales:
- Alimentación e ingesta de alcohol: si consumes muchos alimentos picantes o muy grasos, es más fácil que se produzca sudoración por la noche, puesto que elevan la temperatura corporal. Lo mismo sucede con el consumo de alcohol o bebidas estimulantes, que no es recomendable justo antes de irse a dormir.
- Trastornos hormonales: las personas que atraviesan por un proceso de cambio hormonal tienden a experimentar sudoración nocturna con más facilidad. Por ejemplo, en el embarazo o en la menopausia, donde son muy frecuentes los sofocos.
- Estrés y ansiedad: en épocas más estresantes, el corazón bombea más rápido la sangre y consume más energía, lo que aumenta la temperatura del cuerpo.
- Consumo de algunos medicamentos: hay ciertos fármacos que aumentan el nivel de sudoración, como los antidepresivos, el paracetamol o los que contienen cortisona.
- Colchón y ropa de cama poco transpirable: si duermes sobre un colchón que no transpira, se acumulará la humedad del cuerpo, y se notará más la sudoración.
¿Cómo influye el verano en la sudoración nocturna?
Es lógico pensar que en verano es más habitual sudar excesivamente por la noche, especialmente en olas de calor que provocan las “noches tropicales”. Cuanto más alta sea la temperatura exterior, más se elevará tu temperatura corporal, y, por tanto, más sudoración experimentarás.
Por este motivo, es importante mantener una buena ventilación en el dormitorio, así como hidratarse con más frecuencia. Y, por supuesto, dormir en un colchón transpirable.
¿Qué efectos tiene sobre nuestro organismo?
La sudoración nocturna, por lo general, no es una patología grave, pero sí puede ocasionar mucho malestar a quien la sufre. De hecho, muchas veces supone un problema de carácter más psicológico que físico, especialmente para quienes duermen con otra persona.
Sudar de manera intensa por la noche provoca que la sábana y el colchón se mojen, lo que no solo afecta a la persona que suda, sino también a su pareja. Por otro lado, si el sudor se mantiene en la ropa de cama toda la noche, es más fácil que esta se impregne del olor tan característico del sudor, si bien no todas las personas desprenden el mismo olor.
Además, la sudoración nocturna puede repercutir negativamente en el descanso, y esto puede incrementar la sensación de cansancio y mal humor.
Consejos para combatir la sudoración nocturna
Hay una serie de acciones que pueden ayudarte a reducir la sudoración nocturna:
- Cena ligero, y evita el consumo de alimentos picantes, bebidas alcohólicas, café o té justo antes de acostarte.
- Duerme con pijamas y sábanas transpirables.
- Asegúrate de que tu colchón sea transpirable y, a poder ser, viscoelástico.
- No hagas ejercicio antes de irte a la cama, ni te duches con agua excesivamente caliente.
- Mantén una buena ventilación en tu habitación, sobre todo en verano.
- Hidrátate con frecuencia.
El colchón, clave para evitar la sudoración nocturna
El colchón es una de las causas más frecuentes de sudoración nocturna, aunque muchas personas no sean conscientes de ello. Si no transpira lo suficiente, la humedad corporal se acumulará en el tejido, lo que agravará la sudoración durante la noche.
La tecnología 3D Fresh con la que diseñamos nuestros colchones en Cerovejas garantizan la máxima transpirabilidad. Las fibras hipoalergénicas favorecen la ventilación entre las distintas capas del colchón, e impiden la acumulación y proliferación de humedades y bacterias.
Por tanto, si sufres sudoración nocturna, lo primero que debes hacer es comprobar de qué tejido es tu colchón. A veces, la solución a este problema está más cerca de lo que pensamos.