Ha llegado el momento de renovar tu cama y ¿no sabes por dónde empezar?, lo primero que debes hacer es plantearte el soporte que más se adapta a tu morfología, ya sea una base tapizada o un somier de láminas.
¿Tienes dudas de cuál es la mejor opción para ti? No te preocupes, porque hoy te vamos a explicar las características y diferencias que presentan cada una de estas bases de cama. ¡Sigue leyendo este post!
Diferencias entre una base tapizada y un somier
A la hora de adquirir el soporte para el colchón, es importante tener claro las diferencias entre las bases de cama tapizadas y los somieres para tomar la decisión correcta. A continuación, te contamos las distintas particularidades que aportan cada uno de ellos:
Principales características de la base tapizada
La base tapizada consta de una tabla acolchada y forrada de tela que sirve como soporte para la cama. Si sufres habitualmente de dolores de espalda, esta opción es ideal para mantener una postura adecuada y disfrutar de un buen descanso nocturno. Otras propiedades que tienen estos tipos de bases de cama son las siguientes:
- Firmeza. Las bases tapizadas destacan por ser una plataforma firme y rígida, que permite al colchón apoyarse totalmente sobre ella. Esta característica es ideal para disfrutar de un descanso óptimo.
- Evita los hundimientos y las deformaciones. Debido a la estabilidad que presenta esta base tapizada, es difícil que el colchón sufra alguna alteración.
- Resistencia. Es otra de las cualidades que hay que resaltar, ya que se trata de una base muy resistente que tiene una larga durabilidad.
Principales características del somier
A diferencia de la base tapizada, el somier es un soporte que cuenta con un bastidor de metal o de madera reforzada con varias láminas de forma transversal. También garantizan una superficie excelente para tener un descanso adecuado por la noche. Las ventajas que ofrece este tipo de soporte son:
- Transpirabilidad. Es uno de los mayores beneficios que nos aporta el somier, ya que cuenta con una gran capacidad de ventilación y una mayor circulación de la humedad. Esto se debe al espacio que existe entre las láminas colocadas transversalmente.
- Más económicos. Al ser el modelo de base de cama más tradicional, es fácil encontrar somieres más baratos o con mejores precios en el mercado.
- Adaptabilidad y flexibilidad. Ambas cualidades se complementan en los somieres, aumentando el confort a la hora de ir a dormir y descansar sobre este soporte.
¿Qué colchones son más adecuados para estos soportes?
Una vez que hayas seleccionado la base de cama más adecuada para ti, es hora de escoger el colchón que más se ajuste a este soporte. Para ello, es necesario tener en cuenta la composición interna del colchón. Por ejemplo, los colchones con núcleos de muelles tienen una mayor ventilación y, por tanto, son aptos para colocarse en bases tapizadas.
Por otro lado, en los colchones de espumación o viscoelásticos, la transpiración dependerá de la densidad de los materiales utilizados. Es decir, a mayor densidad menor será su transpirabilidad. Generalmente, los colchones viscoelásticos se pueden utilizar en las bases de cama tapizadas, pero si vives en una zona cerca del mar o donde existe mucha humedad, deberías optar por un somier que favorezca la circulación del aire.
Para terminar, hay que mencionar los colchones de látex, una opción que cuenta con una menor transpirabilidad. Por esto mismo, el núcleo de este material dispone de varias perforaciones para favorecer la ventilación. Aun así, dependiendo de las condiciones del fabricante, hay colchones de látex que pueden ser utilizados sobre bases tapizadas.
Ahora que ya sabes diferenciar estos dos tipos de soporte, es momento de tomar una decisión, ¿cuál se adapta mejor a tus necesidades? Si todavía tienes dudas, en Cerovejas podemos asesorarte para que puedas escoger la opción que más encaje contigo. Consigue un buen descanso y duerme del tirón todas las noches.