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Firmeza del colchón: ¿Por qué es importante para nuestra salud?

Elegir bien el colchón es importante para conseguir un buen descanso, pero muchas veces no sabemos cuáles son todas las cualidades en las que tenemos que fijarnos. 

Una de las más relevantes es la firmeza, una de las características principales que debemos tener en cuenta para mantener una buena salud lumbar y evitar problemas y dolores de espalda. En este artículo te contamos qué es la firmeza y cómo elegir el nivel adecuado.

¿Qué es la firmeza del colchón?

La firmeza de un colchón se puede definir como el nivel de dureza del mismo. Es decir, es el grado de rigidez que le proporciona el material con el que esté fabricado dicho colchón.

La primera sensación que notamos en el momento en el que nos tumbamos sobre un colchón está relacionada con la firmeza, puesto que podemos determinar si nos parece demasiado duro o demasiado blando. Tanto el tipo de material como la densidad del mismo repercuten en la firmeza de un colchón, y la clave está en encontrar un buen equilibrio entre ambas para conseguir un resultado final beneficioso para la columna vertebral.

Distintos niveles de firmeza para cada persona

El grado de firmeza de un colchón suele dividirse, a grosso modo, en tres niveles principales, de los cuales hay, a su vez, diferentes grados:

Blando

Los colchones blandos o de firmeza baja son aquellos en los que, al tumbarnos, tenemos la sensación de hundimiento en ellos. En una escala del 1 al 10, consideramos colchones blandos aquellos que se sitúan por debajo del 4, aproximadamente, con un hundimiento que puede llegar a ser de hasta siete centímetros.

Medio

Los colchones de firmeza media, a los que se conoce comúnmente como de confort universal, son los más equilibrados entre una sensación excesiva de blandura y una rigidez total. Por este motivo, suelen ser aptos para casi todo el mundo, y son, probablemente, los que más compran los usuarios por ese buen equilibrio. Consideramos que un colchón tiene firmeza media cuando está entre 5 y 7 sobre la escala de 10.

Duro

Por último, los colchones duros son aquellos que superan el grado 7, y son los más rígidos de todos. De hecho, al tumbarnos en un colchón duro no notaremos apenas hundimiento, sino más bien sentiremos una mayor alineación de nuestro cuerpo. En algunos casos, puede llegar a resultar incómodo, porque hay quien tiene la sensación de estar durmiendo encima de una superficie demasiado dura.

¿Cómo encontrar el nivel de firmeza adecuado?

Ahora que ya sabemos cuáles son los distintos niveles de firmeza de un colchón, cabe preguntarse cómo podemos encontrar el más adecuado para nosotros. Para responder a esta cuestión, hay que tener en cuenta una serie de variables que determinarán cuál es el grado adecuado en función de nuestra fisionomía y patologías posturales. A continuación, te contamos cuáles son los aspectos más determinantes en este sentido:

Complexión física

Este es uno de los más importantes a la hora de elegir el grado de dureza del colchón. Las personas más delgadas pueden dormir en colchones más blandos, ya que, al ejercer poco peso, el grado de hundimiento es menor.

En cambio, las personas con un peso más elevado deben optar por un colchón más bien duro, para evitar que la columna vertebral se arquee por estar en una posición más encorvada.

De hecho, a las personas que superan los 100-120 kilos de peso se les suele aconsejar un colchón de grado 9 o incluso 10 de dureza, si bien les puede resultar más incómodo.

Posición al dormir

Cada persona suele tener más predilección por unas posturas concretas a la hora de dormir, y estas influyen en el grado de firmeza del colchón. El motivo es que, según la posición en la que duermas, tendrás puntos de apoyo en determinadas zonas del cuerpo, y estos deben compensarse gracias a la dureza del colchón.

En general, quienes suelen dormir boca abajo, deberían utilizar colchones más duros, con firmeza por encima del 6-7. Si duermes en un colchón muy blando, la espalda se arquearía demasiado al hundirte en él.

Si duermes boca arriba o de lado, puedes optar por un modelo de firmeza media, entre los grados 5 y 7, para evitar desviaciones de cadera o columna.

Forma de la columna vertebral

Otro factor que influye en la elección de la firmeza del colchón son las patologías que provocan que la columna vertebral esté, por sí misma, más arqueada. Así, las personas con cifosis (columna arqueada), escoliosis (columna desviada), discopatía lumbar degenerativa o cualquier otra afección similar, deben tener cuidado con la firmeza del colchón según las indicaciones médicas.

Normalmente, suelen necesitar colchones de firmeza media-alta para evitar más desviaciones de columna, aunque cada caso es diferente.

¿Cómo influye el material del colchón en su firmeza?

Antes hemos comentado que la densidad y el material ayudan a determinar el grado de firmeza. Por tanto, saber el material con el que está fabricado un colchón es fundamental para decidir si la firmeza es adecuada o no. En este sentido, debes tener en cuenta que la densidad no es lo único a tener en cuenta; también hay que ver el número de capas que tenga el colchón, el grosor de las mismas y cómo se combinan.

Los materiales tipo látex, viscoelásticos o con más cantidad de espuma tienden a suavizar la dureza de un colchón. Por ello, muchos fabricantes suelen combinar los muelles, que aportan más rigidez, con materiales más espumosos de gran densidad.

Elegir el colchón perfecto que mejor se adapte a la forma de tu cuerpo es una decisión que debes tomar de forma estratégica, pensando en cómo está tu columna vertebral, en qué posición sueles dormir y cuál es tu peso. Sin embargo, es habitual escoger un colchón sin tener en cuenta todas estas variables que afectan a la calidad de tu descanso y de tu salud lumbar.

Por ello, en Cerovejas podemos asesorarte aplicando nuestros conocimientos técnicos y nuestra experiencia para ayudarte a encontrar la firmeza más adecuada en tu nuevo colchón. Recuerda que el buen descanso es imprescindible, pero solo lo conseguirás escogiendo el colchón que mejor se adapte a tus circunstancias físicas y posturales.